La amenaza que las prospecciones petrolíferas suponen para el medio ambiente, el turismo y la pesca de Ibiza y Formentera, y en realidad de todas las Baleares y el Mediterráneo occidental, ha incrementado la conciencia ciudadana de la necesidad de superar el actual modelo energético, basado fundamentalmente en el uso de energías sucias y peligrosas, con una dependencia enfermiza de los combustibles fósiles, y avanzar hacia otro modelo energético basado en las energías renovables y en el ahorro y el uso eficiente de la energía, siendo éstos los recursos energéticos más limpios, seguras y más cercanos a los ciudadanos.
Además, el problema del Cambio Climático, cuya causa principal es precisamente el consumo de combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón), añade un especial sentido de urgencia a la necesidad de ese cambio de modelo energético.

Con respecto al cambio climático, las negociaciones internacionales en marcha en los últimos años para lograr acuerdos mundiales que nos permitan abordar eficazmente la lucha contra este grave (y que deberían culminar con un importante acuerdo a finales de 2015 en la Cumbre de Paris) han cambiado sustancialmente el punto de vista sobre la solución global al problema del cambio climático.
El consenso internacional es que no basta con mantener una visión descendente (top-down) del problema [es decir, acordar objetivos de reducción de emisiones primero a nivel internacional y luego a nivel nacional y sólo después repartir los esfuerzos de reducción entre los diferentes gobiernos (regionales, provinciales, municipales) y entre sectores], sino que es necesario adoptar un enfoque ascendente (bottom-up) donde se les pide a los municipios y otros niveles territoriales de la Administración que participen de manera activa en las políticas de lucha contra el cambio climático. Se ha hecho ya un abundante trabajo en la definición de las oportunidades de reducción de emisiones disponibles en los pueblos y ciudades y qué medios precisan para ponerlas en marcha.
Así pues, se ha producido un cambio de paradigma en las políticas de clima. Se invierte así la política global que descarga las tareas en los Estados, para ser los Estados, pero también los gobiernos regionales y ciudades los que sean pilares de la política global.
En este marco, los municipios y los gobiernos subnacionales (Gobiernos insulares, Diputaciones, Cabildos, Comunidades Autónomas…), adquieren un papel protagonista. Se trata de que estos entes aprueben y pongan en marcha planes de acción local y regional, integración del cambio climático en sus políticas, compromisos de actores locales para una acción global, en sintonía con los planes nacionales e internacionales.
En sintonía con este enfoque, la Alianza Mar Blava presentará este próximo viernes en rueda de prensa su documento “Propuestas para avanzar hacia una Eivissa y Formentera 100% renovable”, el cual desgrana una serie de medidas fundamentales para fomentar las energías limpias a nivel municipal e insular.
La Alianza planteará a los partidos políticos que se comprometan con estas medidas y las incorporen en sus programas electorales de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas.
Carlos Bravo
Coordinador del Secretariado Técnico de la Alianza Mar Blava